Sunday, September 24, 2006

Sobre la génesis de un sueño

Volví a soñar una ciudad de agua. Tapizada de agua. Saturada.


¿Fue Bélgica, aquilla beca, el trabajo, la tesis sobre Schiller?
¿Fue el recuerdo de calles empapadas en veranos porteños?
¿Fue la cascada artificial del restaurant de Boedo al que me negué a entrar casi llorando?
¿Los taxis empapados de Happy Together?
¿La lluvia en la madrugada del puerto de V.al.p?


No. Quizás fue saber con certeza que hay un lugar en el mundo, uno solo, en el que flotan las manos.






(¿Tres semanas?)

3 Comments:

Blogger estenoesminombre said...

Esa combinación entre alegría, melancolía y destellos.

Me gustó mucho esta superficie donde hiciste flotar tus manos.

Besos Val

12:54 PM  
Blogger Poéticamente Insurrecto said...

Las manos suelen flotar en los abrazos que no se completan. Pero no debe ser el caso; no debe ser el caso.

11:04 PM  
Blogger VerdeTanOscuro said...

Asterión, no se me habría ocurrido jamás lo de Scioli, creo que es un buen dato para pedir consejos.


Erdosain, ¿Por qué no debe ser el caso? No lo es, creo, pero bien podría serlo, te lo aseguro.


Stock, ni idea, supongo que se llama aguafuerte a las bases de piedra de las fuentes de agua, o a algunas cronicas urbanas que creo que escriben por ahí algunas personas, pero bien podrían existir otras opciones más interesantes.


Sdos a todos.


Val.

1:15 PM  

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