Tengo un amigo que fotografía sus objetos y espacios, un registro temporal y afectivo de las cosas, y yo disfruto mucho encontrarme en esas imágenes: momentos compartidos, espacios conocidos, objetos que alguna vez me pertenecieron a mí, historias conservadas.
Aquí mi contribución, entonces, para los que puedan reconocerse o reconocerme, las cortinas -aún incompletas- de mi habitación.


Y una pregunta que encontré en un papelito viejo:

"Dos mujeres se reconocen en un cruce de molinetes y se suspenden. Aman a un mismo hombre. Una tuvo su amor y se desilusionó. Para la otra fue siempre inencontrable. Una de las dos da una sonrisa breve. ¿Cuál?"





(Buenos Aires es hermosa cuando llueve. Una ciudad pensada para los desencuentros y las búsquedas, con la lluvia parece desmentirse y general confluencias, espacios de contención, intemperies abruptas. El cielo gris le sienta bien a nuestras pieles.)