Saturday, December 09, 2006

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(Días domésticos. Se incendió algo en mi cocina (buen argumento para que no vuelva a cocinar nunca más) y todavía estoy quitando polvo del matafuegos y hollín de los techos. Y vela de las mesas. Y manchas de los azulejos. Y etcéteras varios. Y pagar cuentas. Y aumento de expensas. Y vecinos aún desconocidos que me asustan en los pasillos oscuros. Y porteros. Y. Y. Y. Malditos días domésticos.)

Y sin embargo hay días de deseos simples: estar en un balcón, de una casa, en una noche fresca, con flores amarillas en una maceta, una noche fresca, una copa de vino, leyendo a Clarice Lispector.
De lo que se deduce: no tengo casa, sino departamento y sin balcón; sólo tengo flores amarillas en floreros; sufro el calor atrozmente; y algunas cosas más pero se me fue el ánimo deductivo.



Sobrevivan diciembre. Y sus despedidas. Y sus fiestas. En la pesadilla de enero casi van a añorarlo.


Visiten a UnDesiertoInmenso que reconfiguró su blog (me asaltó mi gen publicitario).

3 Comments:

Blogger Nove said...

pero sí dispondrás del vino y de Clarice... claro que ya no es lo mismo. Mis vecinos tienen pileta y los chapuzones me ponen nerviosa!!

8:10 AM  
Blogger Desdichada said...

sí que enero va a ser un infierno

5:18 AM  
Blogger estenoesminombre said...

Yo añoraba encontrarme con palabras que puediera comentar. AL FIN!!!!
Espero que lo que haya intentado cocinar, le haya salido rico al menos.

Me cache en diez con el ánimo deductivo... yo quería saber más sobre las flores amarillas y cómo observan a la chica leyendo al pei de la ventana una noche fresca deduciendo entre sorbo y sorbo de vino, que estrellas ya no se veran el próximo año nuevo.

Besos, V.


Pd: Ni falta hace deducir que no tengo idea de quién es Clarice Lispector, salvo que me suena el nombre.

9:18 AM  

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