Escupir en el suelo

Ayer, el tema de la noche en los bares era la prohibición de fumar y sus consecuencias. El enojo general. La cena que duró la mitad de lo que hubiera durado habitualmente y estuvo interrumpida por una salida a la puerta de El cuartito que por supuesto tiene más de 100 m2 pero mala voluntad para con los compulsivos por el cigarrillo. Las puertas de los bares llenas de fumadores. El conteo de los momentos claves en que uno se prendería un pucho y no puede. Etc. Etc. En Bellegamba terminamos entrando por impulso y lo extraño fue que -no sé si por la cercanía ineludible entre las mesas o la indignación masiva- todo el mundo hablaba del tema de mesa a mesa, y se generaban situaciones como "me cuidas las cosas que voy a fumar?" "dale, cuando vuelven vamos nosotras" y así. Es como si la ley fuera una "ley social" que inaugurara nuevos vinculos y confianza absoluta entre desconocidos por el solo hecho de compartir un vicio y un malestar.
Colgado de la barra un cartel "PROHIBIDO ESCUPIR EN EL SUELO. ORDENANZA MUNICIPAL DEL 11/4/1902" me hizo preguntarme si habrá pasado lo mismo hace más de 100 años. Compulsión por escupir, las veredas saturadas, la camaradería, el "salimos a escupir un rato?", etc... La escena imaginada fluía entre lo bizarro y lo abyecto.

De todos modos, me parece bien la prohibición, pero debería haber lugares para fumadores o lugares mixtos y que pudieramos tener la posibilidad real de elegir.


(Como consecuencia negativa, cierta gente se vuelve demasiado social, demasiado, demasiado. Un animal quiso chapearle a G. hablandole del teatro de Brecht, ella con fastidio social le contestó "Ah... el extrañamiento" -como queriendo decir "estas pasado de moda, nene"- y no faltó un incoherente que saltó diciendo "la ostranenie, la ostranenie, se dice" ¿? ¿? ¿? creo que hay gente que piensa que dice cosas inteligentes cuando barrabasea.)