Friday, August 18, 2006

Me deshice de una serie de objetos que hacia años que estaban conmigo. Secreta esperanza de que si la memoria se concentra en ellos yo podría al fin recuperarla y recordar. Como si esos objetos hubieran sido falsas muletas constitutivas de un yo articulado como una muñeca. Sensación reiterada de muñeca coja (y en el paladar la frase de Yourcenar latiendo "su primer baile, durante el cuál nadie invita a bailar a la muchacha coja"). Como si el exceso que asumen los objetos pudiera compensarse y desautorizarse con sólo suprimirlos. Pero no. No recuerdo nada, pasajes enteros de una historia perdidos. Tiré las bolsas en el cesto. Después, al volver a la calle me encontré con que alguien abrió las bolsas -llevándose ya no puedo distinguir qué- y diseminó todo el resto sobre el césped y las veredas de mi casa y de mi vecino. Una alcancía de mis nueve años, verde. Una caja de pestañas postizas. Ecografías mamarias. Papeles desgarrados. Papeles borroneados por la humedad del suelo. Jabones de hotel. Un peine. Un palito chino para atar el cabello. Postales viejas. Postales antiguas, rotas en pedazos. Facturas de compra de otros objetos. Una escultura cubana de madera, decapitada. Algunos libros, azules, de mi infancia, manchados de humedad. Algunos cables. Cerámicas melladas. Radiografías de tobillos esguinzados y manos cercenadas. Botellas de perfume vacías. Cartas municipales. Tarjeta símil de crédito de una peluquería mediática. Naipes. Fichas de rompecabezas. Muñequitos. Adornos varios. Y más... restos de cosas rotas y papelitos. Algún collar, algún anillo. Y más... Todo viciando el césped, centrifugado de la bolsa de residuos. Como si no hubiera bastado con tirarlos y fuera necesaria esa expansión de un patetismo puro, ese despliegue que me obligara al gesto insistido de concentrarlos, de hacer de ellos el cuerpo homogéneo de otra bolsa plástica. Descubrir el vaciamiento de las bolsas de basura, como un eco paródico del gesto inicial de deshacerse.




(Y en medio de todo esto, recordé el poema de Casas -Sin llaves y a oscuras-, invirtiéndole algunos términos.)

4 Comments:

Blogger Mr Montoto said...

Me solía pasar algo así: Creía que algunos objetos, algunas cartas. algunas imágenes podrían sustentar esos recuerdos que de a poco se van de la mala memoria.
Pero cuando llega el olvido, todas esas cosas dejan de significar en absoluto. Son un estobo.

12:05 PM  
Blogger Desdichada said...

no sé por qué (o sí) pero me hiciste acordar a la peli 'la seguridad de los objetos', ¿la viste?

7:44 PM  
Blogger Pablo said...

La caja con títeres...soy testigo...no da para tirarla...el resto, vuela.

Ah... Postea lo de tatú carreta.

6:39 AM  
Blogger AL-JAZERRA said...

ejercicio de estilo:
seguro que la mano anonima y el viento los dispusieron sobre el cesped magicamente.
fotografialos.embolsalos nuevamente. ante la foto, en vez de pensar en los recuerdos individuales, trata de ver como se unen o no cada uno al lado del otro,y si forman tu historia. alejandro.

8:35 AM  

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